Avena y fruta son sinónimo de desayuno, pero esta receta los lleva a la merienda e, incluso, a una cena ligera.
Lejos de la moda de los cupcakes (que llegaron de la mano de Sex and the City como sinónimo de glamour dulcero y parecen no querer abandonar la escena), estos ponquecitos no son un pecado: no están cubiertos con cremas dulces ni grasas, no incluyen toneladas de chocolate ni tampoco apelan a los merengues. Son simples, ligeramente dulces y fáciles de digerir.
Tal como la preparé, es una receta para mayorcitos pues contiene gluten y agregué toppings para toda la familia (a ellos no les tocaron de chocolate). Sin embargo, omití el azúcar y quedaron igual de buenos. Entonces, la única indicación es que no es libre de gluten, pero cuidando los ingredientes en el tope, puedes ofrecerlos desde los 8-9 meses.
Para mí es una receta familiar, como acompañante de desayunos o para las meriendas, pero como contiene huevo, yogur, avena y fruta, es una preparación nutritiva y completa.
Su textura no la de torta de miga suelta y esponjosa sino un poco más “flexible”, lo que es ideal para los bebés que desmenuzan la comida.
Esta vez los cubrí con coco, chocolate y manzana+canela, pero hay una infinidad de ingredientes que pueden darlo color y variar ligeramente el sabor (y a veces la cantidad de calorías, así qe cuidado).
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