Hoy estoy contenta de compartir una de mis nuevas pasiones: la panadería. Celebro junto a muchos otros panaderos el Día Mundial del Pan y por eso quiero hablarles del pan de ajo.

¿Quieres la receta? Continúa leyendo.

Para hacer un pan de 500 gr, rico, con costra y muy gustoso, sólo necesitarás:

286 gr de harina de fuerza o harina panadera

9 gr de afrecho de trigo

183 gr de agua fría (sí, debes pesarla)

4,5 gr de levadura fresca (y si no tienes usa seca o instantánea, pero sólo la mitad de lo que dice esta receta).

5 gr de sal

12 gr de ajo fresco pelado y picado a tu gusto (a mí me gusta finamente picado).

Cuando tengas todos listo, empieza por mezclar la levadura con el agua, el ajo, el afrecho y la harina. Amasas hasta conseguir integrar todo, aproximadamente unos 4 minutos, momento en el cual incorporas la sal. Trabaja la masa un par de minutos (hasta incorporar la sal) y luego debes darle un amasado final mucho más vigoroso, unos 4 minutos aproximadamente.

Forma una bola de masa y cúbrela con un lino panadero o un plástico por 45 minutos. En ese punto, manipula la masa para ecualizar la temperatura en ese proceso de fermentación (es decir: toma la masa, envuelve sus 4 lados sobre sí misma como si fuera un paquete, y voltéala). Deja reposar tapada 45 minutos más.

Cuando ya hayas completado el ciclo de fermentación inicial de 90 minutos, dale forma a la masa. Para este pan, lo recomendable es hacerlo en forma de bola pues se ideal como pan redondo, pero puedes hacerlo en barra si te gusta más. Ya formado, ponlo en la bandeja de hornear (engrasada si es plana, espolvoreada con harina si es perforada) y deja que el pan repose una hora.

Antes de meterlo a hornear, hazle cortes transversales medianamente profundos, rocíalo con agua y espolvoréalo con una capa fina de harina, pero cuídate de excesos porque sino tendrás un pan blanco como un fantasma.

Llévalo a horno precalentado a 210 grados centígrados por 40 minutos (aunque, claro está, todo depende de tu horno. Debe quedar dorado sin llegar al color caramelo).

Es divino y se ve así.

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